El ideal de «caballero» ha estado históricamente asociado al varón, y responde a un prototipo con unas determinadas características y rasgos como son la valentía, la determinación, el liderazgo, la preeminencia y también, a menudo, un determinado sentido de la justicia y de la gentileza.
Los colectivos más comprometidos con la igualdad entre mujeres y hombres reclaman desde hace tiempo el reconocimiento de la existencia de dichos rasgos en la comunidad femenina como una de sus líneas fundamentales de cambio social.
Pensadoras, ideólogas, comunicadoras y políticas demandan activamente que estos referentes deben ser aceptados y normalizados por la sociedad en su conjunto y, claro está, también asumidos por las propias féminas, en especial por las nuevas generaciones de mujeres.
Este mensaje parece estar calando en nuestra sociedad, a tenor de los roles que los personajes femeninos van adoptando en los medios de comunicación en general y, en particular, en campos determinantes como son la publicidad, la cultura y el esparcimiento (el cine, la literatura, el arte, la música, las series televisivas, o las emisiones clave en comunicación, como los informativos, los reportajes o los debates…) ; también de la respuesta uniforme de apoyo y empatía que se está dando a los mismos desde toda la sociedad.
En esta nueva tendencia social, con este nuevo enfoque, aquellas «princesas de los cuentos» que esperaban a su salvador, pasivas, hasta inertes, pasan a ser proactivas y resolutivas, solventando ellas
mismas los entuertos.
Al configurar el collage en cuatro idiomas ampliamente hablados en Europa queremos reflejar que este ideal se presenta en el seno de la UE como una de las señas de identidad de la política social comunitaria. Del mismo modo, las ligeras variaciones en las traducciones simbolizan los diferentes enfoques y matices que cada persona o cada colectivo pueden dar a la cuestión.
