Currículo de Biología (Collage 18)

En Educación, como en cualquier ámbito social, escuchamos con frecuencia que <<hombres y mujeres son iguales>> y al mismo tiempo que <<son diferentes>>. Estos planteamientos, que parecen una ambivalencia, una pura contradicción, se explican y argumentan desde enfoques epistemológicos y conceptuales que proceden de campos tan variados como la ética, la sociología, el derecho, la psicología, la política o la propia biología: todas las personas son y deben ser tratadas como iguales (ante la ley, en derechos y deberes, en dignidad, en igualdad de oportunidades,…) y cada persona es al mismo tiempo diferente a las demás. A nivel biológico las diferencias fenotípicas que caracterizan, genéricamente hablando, al conjunto de las mujeres y al conjunto de los hombres están determinadas, en buena medida, por elementos que emanan directamente del genotipo (heredado y en continua evolución) de nuestra especie. Estos factores de partida, junto a componentes y patrones de conducta socioculturales (igualmente heredados y en continua evolución), determinan el resultado y el lugar que cada ser humano ocupa en el medio social y en el momento que le ha tocado vivir. El conocimiento de nuestra naturaleza y el reconocimiento y la valoración de nuestras especificidades están presentes de manera transversal en todos los currículos de nuestro sistema educativo.